Cómo dejar de ser egoísta según la biblia: 11 Tips
Hace alguno tiempo reflexionábamos con algunos amigos que todos sin excepción necesitamos en algún momento de nuestras vidas preguntarnos, ¿Cómo dejar de ser egoísta? La solución real a esta pregunta, requiere que tratemos de aplicar una respuesta bíblica en nuestra vida. Para algunos, esto puede sonar algo loco. Incluso es posible que muchas personas estén preguntándose todo lo contrario. Preguntándose si deberían ser más egoístas, porque se siente abusadas, o se encuentran muy a menudo aceptando o haciendo cosas que no desean. No deberíamos confundir la necesidad de poner límites, y de darnos el valor que Cristo nos ha dado, con ser egoísta, o usarlo como una excusa para serlo. Es importante entender que en diferentes grados todos somos egoístas. El estar hoy en este lugar preguntándonos todo esto es un avance en dejar de serlo, porque es un reconocimiento del problema. Este se constituye en el primer paso para lograr la libertad del egoísmo. Para empezar, permítenos primero compartir contigo la razón por la que pensamos que todos sin excepción somos egoístas.
¿Por qué somos egoístas?
Considera esta idea por un momento: Nuestra sociedad está construida sobre la base del egoísmo. Adam Smith, el padre del capitalismo, lo ilustró hace muchos años mejor que yo:
“No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés.
No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus ventajas”
Como puedes ver, de acuerdo con grandes pensadores, nuestro sistema económico y social está basado en el egoísmo. La razón por la que somos egoístas tiene su raíz en el pecado, el egoísmo está arraigado en lo profundo de nuestro ser. En nuestra opinión, los seres humanos, cuando no hemos sido regenerados por Dios, obramos en función de nosotros mismos y de nuestros propios intereses el 99% del tiempo, esto incluye cuando actuamos por nuestra familias, pues al hacerlo también nos estamos beneficiando. El otro 1% del tiempo, cuando hacemos algo por alguien más, aun cuando es difícil aceptarlo, casi siempre lo hacemos por razones egoístas. Bien sea para sentirnos a gusto con nosotros mismos, aplacar nuestra conciencia, para acumular —buen karma— o para intentar salvarnos de un castigo en el día del juicio. Esa es la naturaleza pecaminosa de la humanidad en la que se basan nuestras sociedades. Esa es la naturaleza de quienes no tienen el espíritu de Dios. De Dios aprendemos a dar sin esperar nada a cambio. El pecado por su parte, nos puede llevar a creer que podemos de una forma egoísta ganar el favor de Dios, olvidándonos de lo que es la gracia. Es la naturaleza de quien no ha nacido de nuevo en la gracia y el amor del señor.
Invitación bíblica para vencer el egoísmo
Debido a que estamos intentando responder la pregunta de como dejar de ser egoístas según la biblia, quisiera proponer un método bíblico basado en un pasaje de la escritura. El apóstol Pablo nos recomienda a través de la biblia:
“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Así que, (...) lleven a cabo su salvación con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad. Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento,” Filipenses 2:3-8, 12-15
El texto anterior, es tomado de una carta de Pablo a la Iglesia de Filipos. En el primer capítulo, Pablo relata que algunas personas estaban predicando el evangelio por envidia y contienda, como si fuera una competencia de quien bautizaba más o para causarle dolor a Pablo. Pero que a él lo que realmente le importaba era que el nombre de Dios fuera glorificado y el evangelio predicado. Por eso, en el segundo capítulo exhorta a los filipenses a no actuar como esas personas, sino más bien a seguir el ejemplo de Jesús. Este maravilloso texto está lleno de ideas relevantes para dejar de ser mezquinos. Permite hacer algunas observaciones sobre él. Empezaré con algunas observaciones básicas, y luego te daré algunos consejos bíblicos para dejar de ser egoísta.
Las claves para vencer el egoísmo
A continuación queremos compartir con ustedes algunas claves para vencer el egoísmo.
1. No seas Egoísta sigue el ejemplo de Jesús.
Lo primero que quisiéramos resaltar del texto anterior para dejar el egoísmo de acuerdo con la biblia, es que el apóstol Pablo nos invita a lo siguiente:
"La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús"
La clave para dejar de ser egoísta es procurar imitar a Jesús. Si consideramos la generosidad de Jesús, al dejarlo todo para venir a este mundo y compartir su vida con nosotros, entonces podremos entender el poco valor de las cosas a las que nos aferramos y se nos facilitará compartir. El imitar a Jesús implica amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Reconocer la imagen de Dios en ellos, y comprender que ellos igual que nosotros, son participantes de las riquezas y los beneficios del amor de Dios, que se derraman sobre la humanidad. De este modo sabremos que todo lo que tenemos es una dádiva de Dios, y que somos un canal de bendición para compartir sus dones. Que no solo yo, sino que todos tenemos igual derecho a las bendiciones de Dios.
2. Decide nadar contra la corriente
Si contrastamos la definición del sistema económico y social esbozada al inicio de esta publicación, con las palabras que leímos anteriormente en la biblia, ser cristiano es un hermoso acto de “rebeldía” contra ese sistema.
“No hacer nada por egoísmo o vanidad, estimar a los demás como superiores a nosotros mismos, velar no solo por nuestros intereses sino también por los de los demás...”
No sé a ti, pero esto nos suena totalmente contrario a lo que Adam Smith dijo. Totalmente contrario a la vida que vivimos la mayor parte del mundo. Es por esto que para lograr dejar de ser egoísta, te recomendamos que tomes una decisión consciente, de ir en contra de la corriente y los estándares de este mundo Vivimos en una era en que todo el mundo quiere ser exclusivo, único, diferente. Pero al final. todos terminamos imitándonos y compitiendo por atención. Muchos valores morales se han abandonado y a lo malo se llama bueno. Pero pensar que soy el centro de universo y que otros deben hacer lo que yo quiera así sea perjudicial o desventajoso para ellos, es ser parte de las masas, es lo que todos hacen. Es por eso que la segunda clave para vencer el egoísmo, es hacer una verdadera revolución es decidir, no ser egoísta. No querer sacar ventaja de otros, o ser tan indiferente al dolor que mis palabras, acciones y decisiones puedan causar daño y ser yo el único "ganador".
3. Comprende la raíz del problema
En tercer lugar, es importante en el proceso de dejar de ser egoísta comprender que no se trata solo de ti y de mí. Sentirse culpable o martirizarse psicológicamente por ser egoísta no soluciona el problema. Se trata de algo que está intrínsecamente programado en nuestra mente a causa de la influencia del mal en este planeta. Una realidad que nos resulta difícil escuchar a muchos, es la de que en este planeta las cosas no están funcionando a la manera de Dios, sino a la manera del pecado. En nuestra opinión, prácticamente todo está distorsionado por el pecado, yendo en contra de la voluntad y el diseño original de Dios que rige la naturaleza y todo el universo: “el amor”. Por esta razón, el Señor nos insta incesantemente a no amar al mundo, ni las cosas de este mundo, sino a ayudar a rescatar a quienes viven conforme a él. También, por esta razón es que el señor planea venir a recrear este planeta por completo desde sus cimientos.
4. Revisa tus motivaciones
Hay una frase popular que dice: "lo importante es la intención". Al momento de tratar de erradicar de nuestras vidas el egoísmo, es importante revisar nuestras motivaciones o intenciones. La biblia nos dice «No hagan nada por egoísmo o vanidad», a primera vista la palabra «nada» pareciera ser el uso de una hipérbole, es decir una exageración para enfatizar una idea. Desde nuestro punto de vista, no hacer nada por egoísmo prácticamente equivaldría a no hacer absolutamente nada, ya que como dijimos antes casi, todo lo que hacemos tiene un tinte de egoísmo. Sin embargo, una importante lección puede aprenderse de estas palabras. Para dejar de ser egoístas, es importante conocernos a nosotros mismos, darnos la oportunidad de analizar nuestra manera de actuar. Ocasionalmente, cuando hagamos algo, o cuando vayamos a tomar una acción o una decisión, preguntémonos antes si lo estamos haciendo por nosotros mismos, por egoísmo, o si en verdad estamos haciéndolo con generosidad. Por ejemplo, si buscas ser amigo solo de quienes pueden ayudarte de algún modo, si solo saludas y le sonríes a tus jefes en el trabajo, pero a nadie más. Si eres amable solo con la chica bonita o el chico guapo, pero al mesero lo tratas mal, darte cuenta de que estás haciendo estas cosas buscando un beneficio propio, te ayudará a cambiar.
5. Valorar más a los demás
Psicológicamente hablando, en nuestra opinión, una de las razones por las que nos comportamos egoístas es porque no valoramos lo suficiente a las otras personas. Es por ello, que debemos combatir la idea de que tenemos prioridad sobre los demás. Quizá porque nos consideramos mejores o superiores a ellos, lo que según nosotros nos da mayores derechos. El texto bíblico de hoy nos recomienda lo siguiente: con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. La quinta clave para vencer el egoísmo, es que nos demos la oportunidad de ver el valor real que las demás personas tienen como hijos de Dios. Todos tenemos el mismo valor, somos miembros de la misma familia y hermanos en Jesús. Y eso, nos incluye a nosotros, a veces no queremos reconocer el valor del otro porque no nos consideramos valiosos y queremos cubrir nuestras falencias, tratando a otros como si no valieran o importara.
6. Priorizar más las necesidades de los otros
La biblia nos dice: Cada uno debe velar (…) por los intereses de los demás. Con frecuencia somos egoístas porque no hemos desarrollado empatía por las necesidades ajenas. Estamos tan concentrados en nosotros mismos, lo que queremos, lo que anhelamos, lo que necesitamos, que lo que otros necesitan pierde total relevancia. La sexta clave para dejar de ser egoístas, es preguntarnos de forma proactiva que necesitan los demás, como podemos ayudarles; y luego tomar acciones reales para suplir sus necesidades. Quitar por un momento la mirada de nosotros y ponerla en las otras personas. Claro está, sin ir al otro extremo, el de autodestruirnos por priorizar las necesidades de los otros. Para lograr eso debemos cada día acudir a Dios. Hacerlo nuestra prioridad, y pedir sabiduría para poder buscar ayudar a otros sin que el egoísmo interfiera.
7. No aferrarse a las cosas materiales
El texto de hoy nos dice que Cristo Jesús (…) no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Si Jesús no consideró su divinidad como algo más importante que su amor por nosotros, ¿por qué entonces aferrarnos tanto a lo material?. Las cosas materiales son bendiciones que Dios nos da para ponerlas al servicio de sus propósitos, para compartir sus beneficios con las otras personas. En séptimo lugar para dejar de ser egoísta, necesitamos comprender que las cosas materiales van y vienen, pero lo que es eterno es la huella que dejas en la vida de las personas cuando compartes con ellas lo que Dios te ha dado. [bctt tweet="Lo material no es tan importante como lo humano, y lo humano no es más importante que lo espiritual." username="soysegundo1"]
8. Dejar que Dios nos transforme
La biblia dice Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer. Dejar de ser egoísta es una obra que sobrepasa nuestras capacidades, puesto que requiere un cambio en nuestra naturaleza. Es por eso que la séptima clave es entender que esta no es una obra que podamos hacer solos, por el contrario solo Dios puede regenerar nuestro corazón a su imagen. Es un proceso de una vida entera rendida a los pies del señor, en la que Él cada día más nos enseña a ser como Jesús. Vencer el egoísmo, volvernos semejantes a Jesús, es una hazaña que solo Dios realiza en nosotros cuando caminamos diariamente cerca de Él. Es algo que no podemos realizar por nosotros mismos.
9. Perseverar en vencer el egoísmo
En octavo lugar, si queremos dejar de ser egoístas no podemos desanimarnos cuando volvamos a caer en ese error. Por el contrario, debemos aceptarlo y volvernos a proponer continuar intentándolo. En nuestro pasaje bíblico de referencia, encontramos que se nos aconseja lo siguiente: lleven a cabo su salvación con temor y temblor. El proceso de lograr que nuestro carácter sane de las heridas del pecado es un proceso difícil. Se trata de un proceso largo que toma toda una vida. Si el apóstol nos dice que lo llevemos a cabo con temor y temblor es porque es algo solemne a lo que no debemos renunciar. Pero, no olvidando el punto anterior, es Dios quien por su gracia y a través de nuestra relación con Él quien nos irá transformando.
10. Aprovechar las oportunidades para ayudar
Vemos en nuestro texto bíblico que Jesús (…) se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo. Jesús vino a nuestro rescate de forma voluntaria, aun cuando esto significo rebajar su estatus abandonando el esplendor su condición en el cielo. La novena clave para dejar de ser egoístas, es imitar la actitud de Jesús y procurar ayudar a otros cada vez que nos sea posible, aun cuando eso implique rebajar nuestra posición. No podemos seguir la vida pensando solo en nosotros mismos y nuestras necesidades. Esto viene como consecuencia de primero ser empáticos como lo mencionamos antes y así podremos cada día encontrar oportunidades para vencer el egoísmo.
11. Compartir sin remordimientos
Cuando compartas regocíjate en el beneficio que estás trayéndole a la otra persona, no en la perdida que estas teniendo. La última observación que quisiera agregar sobre los versículos de referencia es que nos dicen háganlo todo sin quejas ni contiendas. La biblia dice que es más bienaventurado el dar que el recibir. Es muy doloroso cuando alguien te ayuda o te da algo y luego te lo echa en cara. Si te sientes tentado a arrepentirte de haber compartido, sacúdete la cabeza, pídele ayuda a Dios y dale gracias por las bendiciones que compartir con otros trae a tu vida...
Conclusión
Cuando vivimos con y por Cristo “brillamos como estrellas en el firmamento”, cuyos rayos pueden iluminar de esperanza la densa oscuridad y confusión que cobija este planeta. Dejar el egoísmo nos ayuda a ser luz para sanidad y salvación en medio de esta “generación torcida y depravada” que Satanás tiene presa en sus redes. “Ocupémonos de nuestra salvación” y la de los demás con la urgencia que está realmente tiene; “con temor y temblor” pues es un tema de suma importancia. Imitar a Cristo implica renunciar al yo, por amor a Él y en señal de amor a nuestro prójimo. Pidamos al señor que nos transforme y que nos haga de nuevo. Que nos haga conforme a su semejanza y que por el Espíritu Santo nos revista de una nueva naturaleza. Ser como Él, el más grande de los siervos, quien renunció a glorias inimaginables para someterse a la más grande de las humillaciones.
“A quien Dios exaltó a lo sumo y cuyo nombre está ahora sobre todo nombre, ante quien toda rodilla se doblará y toda boca le confesará como Señor.”
¿Luchas con el egoísmo en tu vida? ¿Cuál es la circunstancia por la que atraviesas? Déjanoslo saber en los comentarios.